Silviarevilla@mamaenflor.com
31 May
31May

Cuando hablamos de reproducción asistida, solemos centrarnos en la estimulación ovárica, la calidad embrionaria o el momento ideal para la transferencia. Sin embargo, hay un elemento que muchas veces pasa desapercibido y que puede marcar una gran diferencia en el resultado: la progesterona.

Por qué es tan importante controlar la progesterona?

La progesterona es una hormona fundamental para preparar el endometrio —el “nido” donde el embrión debe implantarse—. Sin un nivel adecuado de esta hormona, el endometrio puede no estar receptivo, y esto puede llevar a que la implantación falle, incluso si el embrión es de buena calidad. Durante los ciclos de reproducción asistida, es esencial medir los niveles de progesterona en distintos momentos clave, especialmente antes de la transferencia embrionaria y el mismo día de la transferencia.

▸ Antes de la transferencia: ojo con niveles superiores a 2 ng/ml

Si los niveles de progesterona están por encima de 2 ng/ml el día en que se administra el desencadenante de la ovulación, esto puede ser un indicio de que el endometrio se ha transformado antes de tiempo, por lo que se produce una asincronía entre el momento en que el embrión tiene capacidad para implantar y el momento en que el endometrio está receptivo. En otras palabras, se puede haber pasado la ventana de implantación cuando llegue el embrión, reduciendo drásticamente las probabilidades de éxito.

▸ El día de la transferencia: niveles por debajo de 9 ng/ml pueden comprometer la implantación

Por otro lado, si el día de la transferencia los niveles de progesterona son inferiores a 9 ng/ml, el endometrio puede no estar lo suficientemente preparado para recibir al embrión. En estos casos, es muy probable que se necesite ajustar la medicación, generalmente añadiendo progesterona por vía subcutánea para alcanzar niveles óptimos.

Cómo se administra la progesterona en reproducción asistida?

Existen varias vías para administrar progesterona, y cada una tiene sus ventajas y desventajas. La elección dependerá del protocolo médico, pero también de la respuesta individual de cada mujer.

1. Vía vaginal: óvulos o gel

  • Óvulos vaginales: Se suelen administrar 2 o 3 veces al día, según la pauta médica. Son efectivos, aunque pueden ser incómodos por el flujo que generan.
  • Gel vaginal: Según diversos estudios, el gel vaginal puede ofrecer tasas de implantación superiores al de los óvulos. Además, es más cómodo para muchas mujeres, ya que solo requiere una aplicación diaria en muchos casos. Esto mejora la adherencia al tratamiento y la calidad de vida durante un proceso que ya de por sí es emocionalmente intenso.

2. Vía oral: poco recomendada

Aunque existe progesterona oral, no se suele recomendar en tratamientos de reproducción asistida. ¿Por qué? Su absorción es baja ya que se metaboliza primero en el hígado y no pasa todo a la sangre lo que implica que los niveles de progesterona no sean suficientes para preparar el endometrio. Además, puede causar efectos secundarios molestos como náuseas, somnolencia o mareos.

3. Vía subcutánea: la opción eficaz cuando los niveles son bajos

Cuando los niveles de progesterona están por debajo de 9 ng/ml el día de la transferencia, incluso con tratamiento vaginal, puede ser necesario añadir progesterona subcutánea. Estas inyecciones tienen una absorción rápida y muy eficaz, lo que permite alcanzar los niveles necesarios en poco tiempo. Las inyecciones de progesterona son muy costosa: unos 65€ por 7 inyecciones y hay que ponerse una diaria pero son totalmente necesarias para la implantación cuando los niveles de progesterona el día de la Transferencia no alcanzan lo 9ng/ml.

La progesterona va a ser clave para la implantación embrionaria por lo que conocer sobre ella nos ayudará a darle la importancia que se merece.



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