Cuando hablamos de reproducción asistida, solemos centrarnos en la estimulación ovárica, la calidad embrionaria o el momento ideal para la transferencia. Sin embargo, hay un elemento que muchas veces pasa desapercibido y que puede marcar una gran diferencia en el resultado: la progesterona.
La progesterona es una hormona fundamental para preparar el endometrio —el “nido” donde el embrión debe implantarse—. Sin un nivel adecuado de esta hormona, el endometrio puede no estar receptivo, y esto puede llevar a que la implantación falle, incluso si el embrión es de buena calidad. Durante los ciclos de reproducción asistida, es esencial medir los niveles de progesterona en distintos momentos clave, especialmente antes de la transferencia embrionaria y el mismo día de la transferencia.
Si los niveles de progesterona están por encima de 2 ng/ml el día en que se administra el desencadenante de la ovulación, esto puede ser un indicio de que el endometrio se ha transformado antes de tiempo, por lo que se produce una asincronía entre el momento en que el embrión tiene capacidad para implantar y el momento en que el endometrio está receptivo. En otras palabras, se puede haber pasado la ventana de implantación cuando llegue el embrión, reduciendo drásticamente las probabilidades de éxito.
Por otro lado, si el día de la transferencia los niveles de progesterona son inferiores a 9 ng/ml, el endometrio puede no estar lo suficientemente preparado para recibir al embrión. En estos casos, es muy probable que se necesite ajustar la medicación, generalmente añadiendo progesterona por vía subcutánea para alcanzar niveles óptimos.
Existen varias vías para administrar progesterona, y cada una tiene sus ventajas y desventajas. La elección dependerá del protocolo médico, pero también de la respuesta individual de cada mujer.
Aunque existe progesterona oral, no se suele recomendar en tratamientos de reproducción asistida. ¿Por qué? Su absorción es baja ya que se metaboliza primero en el hígado y no pasa todo a la sangre lo que implica que los niveles de progesterona no sean suficientes para preparar el endometrio. Además, puede causar efectos secundarios molestos como náuseas, somnolencia o mareos.
Cuando los niveles de progesterona están por debajo de 9 ng/ml el día de la transferencia, incluso con tratamiento vaginal, puede ser necesario añadir progesterona subcutánea. Estas inyecciones tienen una absorción rápida y muy eficaz, lo que permite alcanzar los niveles necesarios en poco tiempo. Las inyecciones de progesterona son muy costosa: unos 65€ por 7 inyecciones y hay que ponerse una diaria pero son totalmente necesarias para la implantación cuando los niveles de progesterona el día de la Transferencia no alcanzan lo 9ng/ml.
La progesterona va a ser clave para la implantación embrionaria por lo que conocer sobre ella nos ayudará a darle la importancia que se merece.